
21 Abr Hábitos Alimenticios para tu Salud Emocional
Tenemos tan asumido que una dieta sana influye directamente en nuestra salud que todos sabemos qué alimentos son más convenientes para nuestro bienestar físico. Así, sabemos qué alimentos nos convienen para controlar el colesterol o regular el tránsito digestivo. Hilando más fino, hay quien tiene en cuenta para su dieta los alimentos anticancerígenos.
Asociamos nuestra dieta con antioxidantes, colesterol bueno, ácidos omega 3, fibra o flora intestinal… y cada vez sabemos más sobre ingredientes como el azúcar considerado el nuevo tabaco: por ser tan adictivo como la cocaína.
Sin querer alarmar ni obsesionar, conviene recordar la importancia de llevar una dieta lo más natural y equilibrada posible, dentro de lo que te permita tu ritmo de vida, porque:
«La alimentación afecta a nuestro estado de ánimo, nivel de estrés o agresividad entre otros»
Vamos con aquellos alimentos no sólo indicados para nuestra salud física, sino también para nuestro equilibrio mental. Quienes estéis saturados de estas listas, os gustará saber que la mayoría de alimentos buenos para la salud física también lo son para la salud emocional.
Sustancias cerebrales que afectan a nuestra felicidad:
Cuando tenemos síntomas de ansiedad o depresión suele haber tres sustancias en nuestro cerebro (neurotransmisores) “descompensadas o mal reguladas”: serotonina, dopamina, noradrenalina, (la mayoría de ansiolíticos y antidepresivos sirven para regularlas).
Esta explicación simplista (el sistema nervioso es mucho más complejo), nos permite comprender cómo ante un déficit cerebral para generar o regular estas sustancias, hay otros medios para compensar esta desregulación de nuestro cerebro.
Estos medios son:
- Buenos hábitos.
- Medicación.
- Dieta: de lo que nos ocuparemos a continuación.
La medicación no “crea o inventa” sustancias. Los medicamentos generan componentes que existen en la naturaleza, pues son las que nuestro cerebro está preparado (tiene receptores) para procesar. Una sustancia química creada en un laboratorio, o ingerida por la dieta, tiene que tener receptores en el cerebro que la reconozca, reciba y procese. Por tanto tienen que ser “conocida» por nuestro organismo.
¿Cuáles son las sustancias que nuestro cerebro necesita tener en equilibrio para sentirnos felices?
- Dopamina: neurotransmisor que nos ayuda a tener sentimientos de placer y gozo, y por ende aumenta nuestra motivación. Toda actividad placentera genera dopamina: desde comer, practicar sexo o ingerir drogas. En el término medio está la clave: la dopamina en exceso puede actuar como una droga natural y favorecer comportamientos adictivos de todo tipo, y un déficit de la misma puede desencadenar depresión. Come alimentos ricos en tirosina (sustancia que genera dopamina): plátanos, aguacates, pescado fresco, almendras, lácteos (mejor poco grasos), judías blancas, calabaza y semillas de sésamo. Las frutas, hortalizas y verduras de hoja verde, ricos en antioxidantes que protegen a los neurotransmisores: que son los bloques de construcción de la dopamina. Reduce las grasas saturadas, azúcar y harinas refinadas, ya que interfieren con el funcionamiento de tu cerebro y pueden causar que los niveles de dopamina caigan. No abuses de productos adictivos (té, cafeína, chocolate, azúcar, alcohol), ya que generan dopamina por su cuenta, favoreciendo que tu cerebro olvide fabricarla por sí mismo.
- Noradrenalina: regula el estrés, la atención y estados alerta, influyendo en la energía mental y física. Su déficit se asocia con desmotivación, cansancio y depresión; su exceso puede derivar en estados de ansiedad y déficit del sistema inmunológico. La noradrenalina se produce a partir de la dopamina. Siendo la tirosina la sustancia alimenticia de la provienen ambas. Para evitar el exceso de noradrenalina (estrés y ansiedad) come sosegadamente: masticando bien y sentado en un espacio dedicado a ello, preferiblemente sin móvil ni tv.
- Serotonina: Se relaciona con la felicidad y serenidad interior. La serotonina calma los excesos de noradrenalina: reduce la ira y agresividad, favorece la hormona del sueño (melatonina), estimula la sexualidad y el apetito. La serotonina se origina a partir del aminoácido triptófano, abundante en huevos, pavo, pollo, plátanos, cereales integrales, lácteos poco grasos, avena, dátiles, semillas de sésamo, pipas de girasol, calabaza, cacahuetes.
No olvides que los buenos hábitos también generan las sustancias de la felicidad: ejercicio moderado, descanso e higiene del sueño, meditación, relajación, compañías y hábitos placenteros, y por supuesto psicoterapia 🙂
“Alimentación para la Salud Emocional», por Beatriz Álvarez.
beatriz@escuchartepsicologia.com 699 251 287
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