
28 Sep Prevenir la Depresión de otoño
Aunque no hay cifras oficiales, se estima que aproximadamente un 30% de la población es sensible a la depresión otoñal.
Esto sucede porque algunos de nuestros desajustes emocionales como la apatía o incluso la depresión o la ansiedad oscilan ligeramente según el clima.
Así, sabemos que hay dos estaciones del año que alteran nuestro organismo especialmente: la primaveracon la astenia primaveral y el otoño con la depresión de otoño o síndrome estacional afectivo.
Con la llegada del otoño los ambulatorios reciben más consultas relacionadas con síntomas de depresión, ansiedad o ambos: tristeza, melancolía, inquietud, malestar físico… A la depresión otoñal, se suman los efectos de la depresión postvacacional además de la llegada del frío, el descenso de horas de luz y sol, los primeros resfriados…
Algunas veces esta tristeza otoñal tiene que ver con la desequilibrada dieta veraniega, compuesta por comida y bebida tan apetecible como incompleta, así, una vez que recuperamos la vida saludable y tomamos algún complemento nutricional, esto se equilibra.
Otras veces, el otoño viene acompañado de cierta melancolía sin motivo aparente, aún así, este bajón emocional, puede ser muy digerible si lo sabes manejar adecuadamente. Por ello te damos unos consejos saludables para sobrellevar la llegada de esta bella estación:
- Ojo con los propósitos demasiado elevados: Muchas veces con la llegada del año escolar nos proponemos nuevos proyectos y propósitos: dejar de fumar, ir al gimnasio, o aprender inglés. La mayoría de estos objetivos no los cumplimos porque no los sabemos gestionar, no es que no podamos con ellos, es que nos ponemos unas expectativas muy altas, de modo que a la primera de cambio, cuando fallamos (faltamos un día al gimnasio, no llegamos a tiempo a la clase de inglés) nos sentimos frustrados y desesperanzados, llegando a tirar la toalla.Para prevenir esta frustración te recomendamos proponerte objetivos razonables, empieza por los menos difíciles, y márcate ciertas submetas a corto plazo que te permitan reforzarte o premiarte a medida que vayas consiguiendo pequeños logros.
- Alíate con la rutina, que al fin y al cabo es la madre de la estabilidad, trata de disfrutar de las cosas cotidianas, retoma el contacto con la gente con la que compartes el año escolar: desde el tendero del barrio hasta las madres del colegio de tus niños. Planea encuentros tranquilos con gente con la que te sientas relajado y que te demanden poca energía emocional.
- Prepara tu hogar para el otoño: la palabra “hogar” viene de “hoguera” así que acomoda tu casa para la llegada del frío: desde llenar la despensa, sacar la ropa de invierno a limpiar la chimenea o sacar los juegos de mesa del cajón. El otoño está aquí, es mejor darle la bienvenida que darle la espalda.
- Júntate con gente cálida que compense el frío otoñal: en los momentos de melancolía o tristeza es importante cuidarse y rodearse de gente que nos suba el ánimo, no es buen momento para las visitas de cortesía o protocolo. En una palabra: rodéate de gente apetecible.
Manejar los mensajes cerebrales sobre tu organismo:
En otoño nuestro organismo se ralentiza para consumir menos energía y guardar defensas para combatir resfriados y protegerse del frío.
La tristeza le sirve al cerebro para mandarle a nuestro organismo la señal de que “se esté quieto y tranquilo”, por eso cuando estamos enfermos nos sentimos decaídos y desanimados, pues esto le sirve a nuestro cerebro para tener bajo control a nuestro cuerpo, no se le vaya ocurrir malgastar energía.
Si tienes síndrome otoñal, la pereza será uno de tus síntomas, por lo tanto, te recomendamos que “te obligues” a movilizarte en la siguiente línea:
- Aprovecha las horas de luz natural: intenta levantarte a una hora prudente para ocupar las horas diurnas en cualquier actividad preferiblemente fuera de casa: dar un paseo, hacer un buen desayuno, leer una revista, o hacer la compra. Después de una mañana ocupada, al llegar la tarde tendrás la sensación de que el día es más largo y tu cerebro y tu ánimo así lo entenderán. En este sentido países como Alemania o los países nórdicos ante la llegada del frío se prescribe a sus ciudadanos pasear durante una hora de luz solar para prevenir la depresión de invierno.
- Intenta estar en espacios diáfanos o al aire libre. Al llegar el frío nuestro cuerpo se prepara para hibernar, la tristeza es una emoción adaptativa que nos incita a permanecer quietos en nuestra guarida para no gastar energía. Por ello, envíale mensajes a tu cerebro para que entienda que no estás en disposición de hibernar. Sin renunciar a planes domésticos, haz actividades fuera de casa: llevar trastos al punto limpio, pasear al perro, comprar el pan u ojear tu catálogo favorito en un banco del parque.
- Haz algo de ejercicio físico para que tu cerebro reciba el mensaje de que estás activo y “evite la emoción de tristeza”. No hace falta que te machaques en el gimnasio: un paseo a pie o en bici, patinar en el parque será suficiente. Además el ejercicio físico por sí mismo genera endorfinas, y ayuda mejorar nuestro sistema inmunológico además de ser uno de los mejores antidepresivos naturales.
«Prevenir la depresión de otoño« Beatriz Álvarez: beatriz@escuchartepsicologia.com 699 251 287
No hay comentarios