
23 Nov Amores destructivos: el maltrato
La violencia de género es un tema tan importante como complejo. Continuamente estamos recibiendo noticias sobre agresiones y muertes por violencia de género. Sin embargo, sería recomendable que también se pusiera más énfasis en explicar qué es lo que ocurre, cómo prevenirlas y cómo salir de ellas.
En contra de lo que algunas personas piensan, cuando la relación se inicia, no se dan directamente situaciones de maltrato (si esto fuera así, la gente no continuaría con estas relaciones), esto irá apareciendo con el tiempo y en escalada. En un primer momento, puede aparentar ser un tipo encantador, te impresionará que aparentemente sólo tiene ojos para ti, que quiere saber continuamente de ti, pasar todo el tiempo contigo…
Esto es lo que genera la confusión. Pasada la fase de enamoramiento, ya asentada la relación, irán poco a poco apareciendo su verdadera forma de ser y es lo que va a generar confusión: van cuestionando actitudes y decisiones tuyas criticándolas, primero bajo la apariencia de cuidado hacia ti y después ya directamente; suelen ser celosos y posesivos, tratarán de que te vayas alejando de tu familia y amistades para que él sea tu única referencia y poder ejercer una mayor influencia y control sobre ti, tratarán de hacerte sentir culpables diciendo que ellos se ponen furiosos porque tú has hecho algo mal…
Cuando hablamos de maltrato de género, no nos referimos únicamente al maltrato físico: el maltrato psicológico es igualmente importante, y muchas veces, más difícil de identificar: críticas hacia ti, humillaciones, tratarán de minar tu autoestima y hacerte sentir que no vales nada, para asegurarse de que creas que no hay más opción que estar con él. Normalmente unido a esto, con el tiempo, suele ir dándose también el maltrato físico: ruptura de objetos, golpes, vejaciones, violaciones…. El maltratador realmente no te ve como a una persona, sino como a un objeto de su propiedad con quien puede hacer lo que quiera.
Lo que hace complejo el poder salir de estas situaciones es la impredecibilidad: no se sabe qué es lo que va a ocurrir, no se sabe cuándo va a volver a explotar… y pueden alternarse etapas en las que se muestra arrepentido y “encantador”, con diferentes muestras de afecto hacia ti (es lo que se denomina luna de miel”) con la aparición nuevamente de conductas destructivas.
Esto genera en las mujeres mucha confusión, no saber qué es lo que pasa, cuando aparecerá de pronto “el monstruo”, qué paso con ese tipo tan encantador que conocieron… y la creencia errónea de que podrán controlar la situación para que esto no vuelva a ocurrir. Aquí aparecen mensajes del tipo: «Tal vez si le quiero más él cambie y vuelva a comportarse bien… si pongo mucho cuidado en que todo esté bien, ordenado y como a él le gusta no volverá a gritarme…» Aparecen sentimientos de culpabilidad y de responsabilidad, asumiendo una responsabilidad que en realidad no es de ellas: No eres tú quien está haciendo algo malo, quien está saltándose todos los límites y vulnerando la integridad de otra persona….
Genera lo que en psicología se conoce como Indefensión aprendida (Seligman, 1975): ante situaciones incontrolables, cuando tras diferentes respuestas se percibe que ninguna consigue evitar la situación desagradable, la persona aprende a comportarse pasivamente, cree que ya no se puede hacer nada aunque en la realidad sí hay alternativas para salir de esa situación.
Las mujeres pasan de vivir a sobrevivir, y lamentablemente, en muchos casos, si no salen de estas relaciones acaban con finales dramáticos. Aparecen la ansiedad, la depresión, sentimientos de que la culpa es de ellas…El miedo pasa a ser un acompañante habitual, que paraliza.
Muchas personas se preguntan por qué mujeres que han conseguido separarse después vuelven con estas mismas parejas: esto tiene ver con la complejidad de la que antes hablábamos. Al estar lejos ya de esa situación de violencia, el miedo se va yendo, y la sensación de alivio se mezcla con los recuerdos de la parte aparentemente romántica y encantadora que se mostraba en las etapas de arrepentimiento: “los te quiero, los detalles, los perdóname que no lo volveré a hacer…”
En general, esto es algo que nos sucede a todos: tendemos con el tiempo a ir olvidando los aspectos negativos de lo sucedido y recordar lo “positivo” de personas y situaciones difíciles de nuestras vidas. Pero en este caso es conveniente aprender a mantenerse firme y en la distancia para no volver a caer en las mismas trampas.
Aún a día de hoy se pueden escuchar frases del tipo: “si ella no lo abandona es porque le gustará estar así de mal”, “son masoquistas”… lo cual agrava mucho más la posición de estas mujeres. Ellas no son responsables de la destructividad de sus parejas, y la situación en la que se encuentran hacen que la posición entre ambos sea complemente desigual: “sus capacidades se ven mermadas cuando se encuentran en este tipo de situaciones”, al igual que lo están aquellos que se han visto inmersos en situaciones de secuestro.
Factores culturales y sociales que influyen:
– Dependencia emocional: las mujeres tienden a depender emocionalmente de sus parejas, bajo una idea de amor romántico y la importancia de estar en pareja.
– Dependencia económica: mujeres que no están en el mercado laboral, aisladas, no se creen capaces de ser autónomas y mantenerse por ellas mismas. A esto muchas veces le añaden la existencia de hijos: ¿a dónde voy yo con dos niños, cómo podré hacerme cargo de los gastos?
– El cuidado: se da prioridad al cuidado de otros (de modo que suelen tener más en cuenta a ellos que a sí mismas y sus necesidades).
– Aparece un sentimiento de vergüenza y de que la gente se entere de lo que están viviendo y qué pensarían, lo que les lleva al ocultamiento….
– Creencia errónea de “Hay que aguantar”: hay un mandato que aún pervive legado del machismo que sería “las mujeres tienen que aguantar lo que sea”.
A tener en cuenta:
– No estás sola. Tanto a nivel social como personal puedes contar con apoyos que te ayuden a salir de esta situación.
– No eres la única: muchas mujeres han pasado por tu misma situación, y han conseguido salir adelante y recuperar sus vidas, su confianza y su potencial.
– Denuncia. Necesitas protección ante este tipo de agresiones, y poder poner distancia respeto a tu pareja para poder pensar con claridad y volver a recuperar las riendas de tu vida. Existen casas de acogidas, apoyo legal, apoyo psicológico … El problema no desaparecerá por sí solo si callas y cierras los ojos.
– Hay salidas, aunque a veces creas que no. Sólo hay que buscar los apoyos necesarios, y nada puede ser peor que el infierno que ya estás viviendo.
– No es tu culpa, no eres responsable de las barbaridades que él dice o hace, sólo él lo es.
– No eres lo que él te dice que eres. Respétate, y valórate. Busca poder compartir y conocer opiniones de gente de fuera, amigos y familiares, que ayudarán a ver la realidad de forma más clara.
– Tu integridad física y emocional han de estar por encima de todo.
– Harás un favor a tus hijos y a ti misma si te permites salir de ahí: podrás darles y darte la tranquilidad que tanto necesitáis y la posibilidad de ver relaciones de igualdad y de respeto.
– Tienes derecho a tomar tus propias decisiones: qué quieres, cómo quieres vestirte, qué hacer con tu tiempo y tu dinero…
Amores destructivos, por Almudena de Pablo.
almudena@escuchartepsicologia.com 646333640
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