
29 May Manejar la agresión gratuita de un jefe
Si tu estrés laboral debe a desavenencias con tu jefe y has constatado que el problema viene de él, te reconfortará este artículo porque vamos a tratar de desenmascararle y buscar soluciones a esta fuente generadora de ansiedad.
Lo más importante es identificar su perfil y he de avisarte, ya, de que el más habitual, el más dañino y en el que nos vamos a detener es el jefe tóxico.
Hay jefes que se caracterizan por ser explotadores o déspotas con sus empleados y generan así un ambiente laboral tóxico. Aunque su comportamiento es justamente reprochable, lo cierto es que le mueve un motivo concreto: su afán económico o la competición por permanecer o llegar a un puesto más alto en la organización.
Lo que caracteriza al jefe tóxico y que le diferencia de otras actitudes agresivas, es que con el maltrato que da a sus empleados, no persigue ningún fin en sí mismo, es completamente gratuito. Su deseo radica en agredir al subordinado, humillarle: puro sadismo.
¿Cómo reaccionar entonces ante agresiones verbales, indiferencias evidentes, mandatos de tareas que no tienen que ver con tu puesto o que son innecesarias, humillaciones…?
Debes tener en cuenta que la solución no está en razonar con él, todo lo contrario. Un jefe tóxico tiene un ego enfermo, una personalidad insatisfecha. Sus frustraciones y obsesiones buscan dañar al otro, por lo que si intentas encontrar con él una explicación lo único que conseguirás es que se revuelva contra ti y vuelva a atacarte.
La premisa es no obcecarse en hacerle cambiar su actitud y centrarte en cambiar la tuya. Para ello, la mejor forma es tomar distancia emocional y eso lo conseguirás cuando dejes de sentir esas agresiones de manera personal.
Piensa que si tú no estuvieras en ese puesto, habría otra persona que estaría sufriendo de la misma manera que lo estás sufriendo tú, porque un jefe tóxico no ataca a “la persona” sino al rol que representa, que en este caso es el de un subordinado.
Así que, atención: es contraproducente intentar razonar con él, mostrarte vulnerable o estar desanimado. Ante estos comportamientos el jefe tóxico se crece, ha logrado su objetivo: humillarte.
En cambio en la medida en que sus actos no muestren de manera vivible para él un efecto en tu estado de ánimo, entonces dejará de motivarle, y se buscará otra diana a la que lanzar dardos.
Recomiendaciones para lograrán neutralizar esas agresiones:
- Responde a tu jefe de manera clara, sencilla y asertiva y sobre todo serena y calmada.
- Cuando te dirijas a él despersonaliza lo máximo posible tu labor y la suya. Si hablas en tercera persona sobre el trabajo evitarás ataques personales. Como ves la distancia emocional es básica.
- Bájale del pedestal, no lo merece. El poder que tiene se lo dan las circunstancias, no su valía personal. Si es posible habla de él con otros compañeros y ridiculízale, se lo ha ganado.
- Demuéstrale que su comportamiento no te altera. Es la manera de desarmarle, porque tu vulnerabilidad le motivará a seguir maltratándote, así de despreciable. Si te mantienes firme y muestras tranquilidad te dejará en paz y buscará otra presa.
- Por último te recomiendo la lectura del artículo STOP Ansiedad y Estrés.
Mucho ánimo, la buena noticia es que ante este problema, la solución está en tu mano.
«Manejar la agresión gratuita de un jefe« Beatriz Álvarez: beatriz@escuchartepsicologia.com 699 251 287
No hay comentarios