«Cómo dejar a un lado la culpa»: Mujer & madre


«Cómo dejar a un lado la culpa»: Mujer & madre

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La primera vez que se deja a un hijo en la guardería o con la canguro, el tener miedos, ansiedades y angustia es algo bastante frecuente. En estos casos lo que hay que hacer es encontrar la mejor manera de gestionarlos, lo cual está lejos de tener que privarse de poder salir con tu pareja a solas a cenar, o de poder dejar a tu hijo a la guardería unas horas.

En las mujeres está la creencia de que una madre  es “quien mejor sabe lo que su hijo necesita”. No vamos a cuestionar la importancia de las madres, pero  hay que saber alternarla con que también hay otras personas que podrán cuidar de una manera satisfactoria de su hijo. Según diversos estudios, se ha comprobado que una niñera, un pariente o una buena profesional en las guarderías y colegios, ayudarán notablemente a los padres en la educación del niño.

Hay muchas y diferentes razones por las que una madre decide  llevar a su hijo a la guardería. Una de ellas puede ser por motivos de trabajo, otras, puede ser algo igual de importante como el poder tener algo de tiempo para sí misma (poder leer un libro, ir a dar un paseo, tomar un café y charlar con tus amigas…). Sin embargo, hay personas que cuestionan esta segunda opción, como si una madre dejase de ser buena madre por no estar las 24h del día con su hijo. No es la cantidad de tiempo que pasas con tu hijo, sino la calidad del tiempo y de cómo es tu relación con él lo que te hace ser buena madre.  Si tú te sientes bien contigo misma, tu relación con tu hijo será mejor.  

guardería

Es común que haya al principio sentimientos de desconfianza,  dudas, e incluso celos ya que hasta ese momento se ha sido la única persona en la vida del niño. Pero es conveniente recordar que un niño es una persona, y como tal, no es conveniente privarle de libertad. Está demostrado que una sobreprotección excesiva es tan perjudicial como la falta de ella. El niño necesita explorar el mundo, otras personas, las cosas, sus propias capacidades… La autonomía es algo tan importante para los padres como para el niño, sólo hay que tratar de encontrar el equilibrio.

A continuación os damos algunas pautas generales para que este proceso sea lo más agradable posible tanto para los niños como para sus padres:

  • Es común llorar la primera vez que te separas de tu niño. Permítete sentirlo y poder hablarlo con alguien de confianza.
  • No dramatizar el llanto del niño, es una respuesta habitual ante algo nuevo que desconoce.
  • Respetar los tiempos del niño. Cada persona tiene su propio ritmo de adaptación.
  • Cuando hables con él hazlo desde la tranquilidad. Esto le ayudará a estar más tranquilo y poder calmarle.
  • Hablad sobre lo que hace en la guardería y los aspectos positivos de ésta.
  • Pregunta a los profesionales del centro sobre las dudas que tengas, ya que te ayudará a evitar interpretaciones incorrectas.

 

Según el tiempo que tenga tu hijo, hay algunas recomendaciones más específicas para poder ganar en seguridad y tranquilidad:

  •     0 – 1 año:
  •   Asegurarse de que el centro y las personas que trabajan allí sean de tu agrado.
  •  Demuestrale tu afecto el tiempo que estés con tu hijo.
  •  Llevarle con alguno de sus juguetes preferidos, y si es posible, con alguna prenda que tenga tu olor.
  •  Estar pendientes de si hay cambios en él: sueño, comida, irritabilidad… que los haya en los primeros días es algo habitual, ya que está en período de adaptación. Si persisten, es conveniente que habléis con el centro.

 

  •    1-2 años:
  •  Explicadle lo que vais a hacer: el saber lo que va a suceder les ayudará a tener más seguridad. Decidle que va a estar en la guardería porque mamá o papá tiene que trabajar, o hacer otras tareas, que allí hay más niños como él con los que va a poder jugar.
  •  Antes de empezar id con él para que vea el lugar, las aulas, para que conozca a las educadores y vaya familiarizándose con este nuevo entorno y lo asocie a algo agradable.
  • Empezar de forma paulatina: primero una hora, después 2… en las guarderías os orientarán sobre esto.
  • Una vez empezado, no alargar las despedidas. Decidle que os vais y a qué hora volveréis (después de comer, después de la siesta…). El niño necesita tener la seguridad de que vais a volver para evitar sentimientos de abandono, y de que lo haréis en el momento indicado por vosotros.
  •  No vayáis con el tiempo ajustado y con prisas. Si es necesario levantarse un poco antes para poder arreglarse, desayunar… con calma y compartiendo estos momentos.
  •  Hacer actividades con él después de salir de la guarde.

 

  •     2 años en adelante:

El niño va teniendo más capacidades de adaptación, socialización y expresión, no tendrá especiales dificultades para adaptarse. No obstante, recordar las recomendaciones anteriores.

 

Esperamos que este artículo os sea de utilidad, y sobre todo, que podáis disfrutar de esta nueva etapa y la veáis como una oportunidad tanto para vuestro hijo como para vosotras. En cualquier caso, si creéis que os genera una angustia o preocupación excesiva o dificultades que no sabéis cómo resolver, no dudéis en pedir ayuda externa especializada.

                                             «Manejar la culpa: Mujer & Madre», por Almudena de Pablo.

                                            almudena@escuchartepsicologia.com  646333640

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